RETIRO DE ADVIENTO

MOVIMIENTO FAMILIAR CRISTIANO DE SEVILLA

RETIRO DE ADVIENTO

 

El Movimiento Familiar Cristiano de la Diócesis de Sevilla celebró un RETIRO DE ADVIENTO, que tuvo lugar el pasado día 27 de Noviembre en el Real Monasterio de San Clemente, servido por monjas cistercienses desde que fuera fundado por Fernando III el Santo en el año 1260.

Participamos en esta espléndida jornada de formación y preparación del ADVIENTO, tiempo litúrgico que comenzaba precisamente ese día, más de medio centenar de personas que tuvimos la gran suerte de oír en su exposición exegética a nuestro Consiliario Diocesano don Manuel Orta, quien partió en su elocuente disertación de uno de los libros más antiguos de La Biblia: el de Rut y Noemí. Destacó el Director del Retiro las palabras que Rut pronunció a su suegra, cuando ésta decide, tras perder a su familia, volver a su lugar de origen, con el fin de que ésta entendiese su resolución firme de no abandonarla, sino de acompañarla por el contrario en su regreso a la tierra de Judá:

«Donde tú vayas yo iré,

donde tú habites, habitaré.

Tu pueblo será mi pueblo,

y tu Dios será mi Dios.

Donde tú mueras moriré

y allí seré enterrada».

Don Manuel Orta, en su acertadísima exposición, nos invitó a todos los presentes a que sigamos nosotros, en este Adviento que comienza, el ejemplo de Rut y digamos con firme resolución estas mismas palabras al Señor que nos anuncia su venida, en un compromiso sincero de seguimiento, de compañía, de vida nueva, y de aceptación plena:

«¡Señor, donde Tú vayas, yo iré;

donde Tú habites, yo habitaré..;

donde Tu mueras, yo moriré!».

Tras la espléndida exposición de nuestro Consiliario Diocesano, disfrutamos de un tiempo de reflexión en el hermoso templo del monasterio y, seguidamente, pasamos al comedor para compartir los alimentos que nosotros mismos habíamos aportado.

A las cuatro de la tarde celebramos, de nuevo en la iglesia conventual, un acto penitencial y concluimos la inolvidable jornada de reflexión y fraternal convivencia con la celebración de la Eucaristía, como colofón de los actos de preparación para el nuevo tiempo litúrgico.

En fin, una magnífica jornada que nos dispuso a todos los que tuvimos la suerte de asistir en situación inmejorable para afrontar el nuevo año y, sobre todo, las fiestas religiosas que se avecinan.

Fdo. Antonio Cruzado González